Escribiendo un cuento en el Parque Forestal
Después de tantos meses reapareció en mi vida. Mi primer invento de amor después del desamor. Me piropeó y aunque dice no ser poeta, siempre sabe qué decirme para que el corazón me lata de forma adolescente. No sé, esta vez me saludó con un verso de un poema de Neruda, claro está que su genialidad no le permite citar textualmente, claro que de-construye para construir algo que nuevamente hace que mi corazón reaccione.
Se acercó y sin que me diera cuenta de su llegada.
---“Me gusta cuando estás ausente porque es como si callaras, y pucha que cuesta que tú te calles.”---
--“¡Cristián!”--- creo que jadeé como la primera vez que orgasmé entre sus piernas.
---¿Cómo estás?--- palabras que salieron tan antinaturales en mí que semejaron mi deseo de un parto.
Se sentó, los bancos del Parque Forestal le eran conocidos, pasamos miles de minutos robándonos besos y caricias prohibidas en público mientras discutíamos Brokowski y el trataba de que me gustara Asimov. Yo me quedé parada mirándolo recordando la última vez que nos habíamos visto ahí, diferente, antes los encuentros siempre fueron planificados, hoy, no sé, la casualidad, el destino, el karma, pero volvíamos a estar ahí.
---“¿A ver por dónde comienzo?"---
---“Cambios de vida Doña Xi.”--- Pensé con su frase de doña, que nunca me había dado cuenta cuanta era nuestra diferencia de edad hasta hoy.
--- “Pobre, menopaúsico a los 25.”---
¿Y cómo respondo? ¿Realmente me importa la información? No sé si lo dije en voz alta o sólo lo pensé.
--“Felicidades”--- me pesó la soledad, pero juro que fui sincera.
---“Grax”--- Su forma particular de agradecer me hizo sonreír muy a pesar de mí.
Me contó la historia, creo que le parecí interesada en ella, pues me dio detalles que sólo se le cuentan al mejor amigo o más bien detalles de una relación que no se cuentan, menos a mí que conocía bien los detalles cuando yo era la protagonista de la historia.
---“Estoy más gordo, mira estas fotos”---
Sí, está más gordo pero en las fotos fue lo menos que miré. Es linda la niña y él se ve feliz en las fotos.
---“Estoy escribiendo un cuento para una de mis clases y tengo problemas porque no sé decir “hacer el amor”, no quiero que suene cursi, los personajes nunca hicieron el amor y ellos lo saben”--- Cambié el tema aún con las fotos en mis manos.
---“Ah quieres que sea algo más mojado, más húmedo, más calenturiento.”---
La sangre me subió de los pies a la cabeza.
Asentí con la cabeza, mi sonrojo era muy evidente, y él siempre supo diferenciar el sonrojo de vergüenza y el sonrojo por mi excitación sexual.
Su cara cambió, sus ojos me miraban como antes, me deseó en ese momento. Tocó mis senos por encima de mi camisa. Cerró sus ojos y se acercó. Para que negar que en ese instante lo menos que quería era besarlo, quería su sexo, ahí en el parque, salvajemente. Pero lo alejé con mis manos sobre su boca, él las besaba como cuando buscaba la excitación en mi cuerpo. Lo alejé, nunca lo había alejado y sus ojos se abrieron para encontrarse con mi sonrisa. Sonrió.
---“Déjame leerte el cuento para que me ayudes a buscar las palabras que me faltan.”---
Tomé mi cuaderno y comencé a leer mientras él escuchaba atento.
---“Después de tantos meses reapareció en mi vida. Mi primer invento de amor después del desamor…”---
1 comentario:
es casi entretenido ir dandose cuenta que todos los encuentros, con la gente que alguna vez dimos por conocida, van mutando con el tiempo; los cambia la experiencia, el amor, el desamor, la alegria y la tristeza.
Las relaciones humanas son sensibles a todo tipo de factores, eso le da algo de novedad.
Besos
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