jueves, septiembre 14, 2006

Descarcelando


Tenía el ave enjaulada.
Hoy dejé que abriera sus alas
Y voló, lejos, voló.

En una jaula de pretensiones y sueños de risa.
Jaula dorada,
Castillo inmenso, laberintos perdidos.

El ave ya no sabía respirar.
Sus alas tenía entumecidas,
Ya no las sabía aletear.

Hoy le liberé del encanto.
La realidad natural le entrego
Abrí la puerta y con un grito mudo le dije:
¡Vuela! Eres libre, no te aprisiono más.

Colores que fueron invisibles
ahora...aura de colores nuevos ante los ojos del hombre
Magnitud de extensión de vuelo,
Brillo jamás descrito por los hijos de un dios.
¡Vuela! Eres libre, no te aprisiono más.

Vuela con tu vocal sin acento
Despega de los años de lealtad asumida.
Canta, más no para que te escuche
Canta por la libertad en la que naciste.

Te dejé ir ave adorada
Tu prisión dorada te apagaba.
¡Vuela! Eres libre, no te aprisiono más.

Llega a tu rama verde y vuelve a cantar.
Entrega tus trinos en forma de letra a quien te quiere escuchar

Vuela ave misma
Vuela lejos sobre tu mar
Vuela a tu isla
Vuela al poema, al cuento, a la novela a tu propio soñar.

Vuela reina del Coquí.
Eres libre al fin,
Libre de ti que te aprisioné.
¡Vuela! Limary sin acento.
Eres libre, no te aprisiono más

Tenía el ave enjaulada.
Hoy abrí mis alas
Y volé, lejos, volé


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