Real o Imaginario

El poema se ha terminado.
¿Qué más da que el río acrecentado no quiera volver
a su cauce, lechoso y dulce, donde la miel se une y todo sabe al néctar de amor?

¿Qué importa que la poeta haya perdido la razón y vague como loco fantasma que ama pero que no sabe dónde esta?
¿O que las noches del pasado y los días del futuro sigan matando su corazón?

Nada importa ya.
La suerte está echada en los labios del príncipe de los sueños y de la imaginación.
Es tarde para volver.
La sirena coronada con flores en todos los rizos de su cabello,
no volverá a nadar nunca más.

Y las almas sucumbirán ante la perfección del mundo de la imaginación.
Encerrándose en sueños que sólo ella, como poeta soñó.
Tiene pavor a la perfección de lo real, tan aburrida,
pero que no tiene comparación.
Sin pensarlo y en un pestañear cambiaría todos sus sueños...
por un sólo instante de lo real.