sábado, diciembre 02, 2006

A ti...


En algún lugar, cercano o remoto, en un tiempo de inagotable antigüedad, ocurrió. En algún medio linfático la vida decidió escindirse para siempre en dos entidades irreconciliablemente desunidas. Esa separación de cuerpos recibió la inmensa comisión de perpetuar la existencia de los seres así escindidos (Lezama Lima, cap. IX).

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