domingo, abril 15, 2007

La sonrisa


Después de varios días de llantos y lamentos, del incesante recuerdo de los labios masculinos contándole lo que nunca hubiera querido escuchar, la chica convocó el valor preciso para enfrentarse al espejo con intención de comprobar si había perdido la sonrisa de forma definitiva. El reflejo contemplado fue tan grato que, antes de darse cuenta, se estaba arrancando a sí misma una carcajada más que merecida.

La risa no amarra al hombre: lo libera!

No hay comentarios.: